Me parece que el tema de la pandemia por el COVID seguirá dándonos muchas lecciones en lo que resta de los años. Me sorprenden las múltiples historias de emprendimiento e innovación que surgieron en esta época oscura para muchos, pero quienes supieron aprovecharla encontraron un regalo, literal.
Nadie está preparado para enfrentar una crisis mundial como la que se vivió, pero los conocimientos básicos y la experiencia jugaron un papel importante. Este es el caso de uno de los galardonados con el PREMIO ILAN A LA INNOVACIÓN en el año 2020, que durante la pandemia logró llevar su negocio a otro nivel. Es el caso de Jonathan Hernández, quien ahora forma parte de nuestros consejeros. Un joven innovador con una historia que todos los jóvenes mexicanos deberían escuchar, una historia de superación que, por su tenacidad y experiencia, pudo llevar su producción de whisky de maíz al no encontrar barricas de madera debido a la escasez del momento. Pudo transformar litros y litros en gel antibacterial, que en ese momento fue como comprar oro para muchos. Es una historia admirable donde diversos factores se pudieron conjugar, pero sobre todo, un gran ejemplo de innovación y éxito.
Si quieres escuchar esta fascinante historia, no te pierdas el podcast de esta semana de Fundación ILAN: ¿QUÉ SIGUE?
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